Logística para fracturamiento hidráulico en pozos horizontales multi-etapa. Fotografía suministrada por aliado.
En diciembre de 2020 la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) cerró el contrato con Ecopetrol para ejecutar el primer Proyecto Piloto de Investigación Integral de fracking en el país llamado Kalé, que se desarrollaría en el municipio de Puerto Wilches, Santander. El proyecto está estipulado para realizarse en el predio La Belleza y la compañía ofreció una inversión aproximada de 77 millones de dólares para este propósito.
Sin embargo, aún son muchos los espacios que se tienen que generar en la región con el fin de poder llevar a cabo un proyecto sólido para el segundo semestre de 2021. Entre ellos, se encuentra no solamente lo relacionado al aspecto geológico y tecnológico de la operación, sino también con el monitoreo ambiental y el diálogo social que se debe fomentar con anticipación con las comunidades.
La socialización del proyecto en Puerto Wilches será acompañada por los representantes de Ecopetrol, el Ministerio del Interior, Ambiente, Minas y Energía y la ANH. Estos encuentros se enmarcan en el Primer Diálogo Territorial del Proyecto Kalé, con la presencia de mesas y jornadas de diálogo con autoridades, comunidades, grupos sociales y ambientales de la zona.
Entre los temas a tratar, será fundamental generar un intercambio de conocimiento en la naturaleza y el alcance científico de los pilotos de fracking, los mecanismos de participación ciudadana, la transparencia que habrá alrededor del proyecto y las oportunidades y desafíos que generará el posible desarrollo de yacimientos no convencionales a lo largo de la cuenca del Valle Medio del Magdalena.
En cuanto al aspecto ambiental, uno de los más controversiales alrededor de los proyectos de fracturamiento hidráulico, ya se han iniciado los monitoreos ambientales en el municipio de Puerto Wilches. Estaciones estarán midiendo durante estos meses las condiciones del aire antes de iniciar la intervención. Según Sandra Monsalve, líder de Viabilidad Ambiental de la Vicepresidencia de No Convencionales de Ecopetrol, más de 25 variables como material particulado, compuestos volátiles y metano serán supervisadas a través de métodos y equipos tecnológicos avalados por entidades internacionales.
Cada uno de estos procesos será fundamental para generar una relación de confianza entre las comunidades de Puerto Wilches y las entidades encargadas de llevar a cabo un proyecto responsable que fomente el conocimiento científico alrededor del fracturamiento del subsuelo para la exploración y producción de hidrocarburos en Colombia.
Sin embargo, ya se han presentado varias protestas de organizaciones sociales que aseguran que el piloto no cuenta con una licencia social porque afectaría directamente la biodiversidad de la zona y ciénagas como Paredes y Yariguí, además de las especies que habitan la región. A esto también se le suma la exigencia de partidos políticos como la Alianza Verde que han insistido en ponerle un alto a este proyecto por el riesgo ambiental que puede generar en la región.
Estas percepciones negativas alrededor de los PPII que aún persisten entre las comunidades será un desafío importante para poder llevar a cabo los proyectos en los futuros meses. Por esa razón, apostarle al diálogo como fuente de confianza y transparencia alrededor de la exploración de petróleo y gas será un objetivo fundamental durante los próximos años, lo anterior con el fin de establecer herramientas de participación sólidas entre las comunidades que habitan las zonas donde se harían los primeros proyectos de fracturamiento hidráulico alrededor del municipio de Puerto Wilches.
Es importante resaltar el resultado obtenido en el reciente estudio del Barómetro Petrolero elaborado por el Centro Nacional de Consultoría y la firma Jaime Arteaga & Asociados donde el 32% de los consultados consideran que es necesario participar en algunas decisiones sobre cómo se va a llevar a cabo los proyectos. Teniendo en cuenta que en Puerto Wilches el nivel de aprobación al fracking fue del 20%, la necesidad de la licencia social como un proceso entre las empresas, las comunidades y el territorio para generar valor social, económico y cultural será un medio vital para hacer que todos los actores de la sociedad participen alrededor de uno de los proyectos más importantes en el futuro energético del país.
Para las asociaciones profesionales como la ACGGP (Asociación Colombiana de Geólogos y Geofísicos del Petróleo), establecer este ambiente de confianza y credibilidad entre las regiones y las compañías operadoras es un paso fundamental, que debe nacer de una estrategia de participación, cimentada en el diálogo de saberes, el respeto por la opinión del otro y la información responsable, que permita tomar decisiones asertivas y que cada uno de nosotros sea mejor interlocutor en cada discusión, que permita desarrollar proyectos sólidos encaminados hacia el beneficio de todos los involucrados, especialmente en las regiones cercanas a Puerto Wilches.